El murciélago puntano: la historia del Lamborghini con alma de coupé Fuego
Walter Hugo Dave construyó el auto de sus sueños a lo largo de 14 años. Demostró que las cosas imposibles “se pueden lograr” y ahora luce con orgullo su extraordinaria metamorfosis.
Adquirir un Lamborghini significa, para la mayoría, un hecho inalcanzable. Los elevados montos que se precisan para invertir en este tipo de vehículos, los torna una aventura exclusiva de millonarios.
Pero para el puntano Walter Hugo Dave, conseguir el modelo Murciélago fue una cuestión de decisión. Leyendo una revista vio una de las versiones más icónicas de la marca italiana y quedó fascinado, con lo cual en 2004 emprendió la aventura de armar su propia nave deportiva.
El vehículo está compuesto por partes de Ford Sierra, Taunus y una Renault Fuego. Fueron 14 años de trabajo en los que además de encargarse de todos los detalles del chasis, estuvo en los aspectos que hacen a la mecánica, para que su versión fuera lo más acertada al original.
Antes de usar las herramientas se compró una versión miniatura y con las medidas que indicaba la revista de la maqueta, inició el armado parte por parte.
Primero arrancó por los guardabarros. El original tenía 1,6 metros de ancho adelante y 2 metros atrás. “Lo único que me permitía tener esa distancia era el tren trasero de un Ford Sierra, asique compré uno y lo desarmé”, recordó Dave en diálogo con TN.
También cambió de lugar el motor de la coupé Fuego, colocándolo atrás, tal cual lo integra el monstruo italiano. Extendió los semiejes que son mitad de la coupé y mitad del Sierra, la parte delantera es del Ford Taunus.
El puntano aseguró que al principio le decían que estaba loco. Aún así no dudo un segundo en lanzarse al proyecto con su mujer y sus hijos.
Un año después de haber comenzado la fabricación falleció su papá, uno de los que “creía” en él. Ese amor que heredó de su padre fue el motor que mantuvo vivo el sueño hasta el 2018, cuando se hizo realidad de modo definitivo.
Los conocimientos técnicos de Dave le permitieron diagramar cada etapa del proyecto, incluso el “trasplante” del motor. Previo al Murciélago ya tenía en su haber una moto y un cuatriciclo 100% artesanal.
Incluso uno de los aspectos más relevantes de su creación, es que fabricó una pieza a la que llama “convertidor de torque”, que permite que los cambios entren como si la caja estuviese adelante, dado que todos los cambios provocaron que la selectora quedara atrás, al lado del escape.
Cerca del final confesó que no lo usa mucho y que tiene un significado muy especial: encierra 14 años de su vida.
Concluyó expresando que lo construyó para “demostrar que cualquiera con un poco de decisión puede llegar a lograr cosas que para otros son imposibles”.